La compañía arrastraba una deuda de 800 millones de euros. Despedirá a 3.480 empleados, pide protección frente a los acreedores, anuncia una reestructuración y asegura que volverá.
La empresa canadiense, Cirque du Soleil, una de las más compañías de espectáculos más grandes y conocidas del mundo, se declaró en quiebra por los efectos devastadores de la crisis de la COVID-19. Despedirá a 3.840 empleados, un 95% de su personal, establecerá fondos por 20 millones de dólares (17,8 millones de euros) para compensar al personal y contratistas. También se enfrenta a la suspensión de pagos.
Sin embargo, Cirque du Soleil, promete que éste no es un adiós definitivo y que tiene «la intención de volver a contratar una sustancial mayoría de los empleados despedidos, cuando lo permitan las condiciones económicas, una vez que se cancelen los cierres obligatorios y se puedan reiniciar las operaciones».