Eric Abidal ha dejado de ser secretario técnico del Barça tras dos años de gestión y un día después de ser ratificado por el club. El ex futbolista francés es el cuarto en el último lustro, en una silla que se ha electrificado en los últimos tiempos. En ella se han sentado Andoni Zubizarreta , Pep Segura y el propio Abidal. El ex lateral izquierdo del mejor Barça de la historia, que en 2011 tuvo el honor de alzar la cuarta Copa de Europa en Wembley tras superar una primera fase de un cáncer de higado, fue presentado el 19 de junio de 2018 como secretario técnico culé. Dos años y dos meses después ha dejado voluntariamente el cargo sin lograr los objetivos esenciales que se anunciaron a su llegada.
El primer día de Abidal en el cargo ya no fue fácil. Apenas unas horas antes, Antoine Griezmann había anunciado en un documental que se quedaba en el Atlético de Madrid cuando lo tenía todo hecho con el Barça. Naturalmente, esa gestión no fue atribuible a Abidal, una figura con carisma entre la afición culé por formar parte de la mejor alineación que se haya visto en el Barça y por su historia de lucha personal. Pep Segura, por entonces mánager del área de fútbol, explicó después que el cambio de Robert Fernández por Éric Abidal oerseguía tres objetivos cruciales: “La vinculación en el día a día con la plantilla es fundamental para un secretario técnico, y este perfil lo cumple perfectamente Abidal porque hace cuatro días estaba en el vestuario y puede entender a los jugadores. Lo segundo es el conocimiento del mercado futbolístico a nivel internacional, hizo el curso de formación de la UEFA para ser secretario técnico y tuvo la inquietud de saber cómo funcionan los grandes clubs, por eso en 2016 ya vino al Barça para ver cómo funcionaba.
La tercera razón tiene que ver con su nacionalidad y su ascendencia sobre el mercado futbolístico francés, que es el que más alimenta a todas las competiciones europeas”. También el propio Abidal aseguró que se había “preparado muchos años para esto” y enumeró su cualidades: “Conozco bien el vestuario, la actitud de los jugadores y también el día a día, la gestión, los contratos”.